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Antes del cronut y antes de las cupcakes, el macaron era la tendencia máxima y prueba de fuego para los aficionados a la repostería. Su sencilla y exquisita forma invita a incarles el diente con deleite y con todo el glamour que nos sea posible. Realizados de múltiples sabores, colores y formas, los ingredientes básicos no varían.
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Mezclar 200 gramos de azúcar glas y 100 gramos de almendra molida, resevar. Montar las claras de huevo, de unos 3 huevos, o bien 125 gramos de claras, con una pizca de sal en la batidora eléctrica KENWOOD a media potencia, mientras se agregan los 40 gramos de azúcar extrafino poco a poco, hasta formar una mezcla compacta, blanca y brillante. Añadimos la mezcla de azúcar y almendras junto con los colorantes y sabores elegidos, -bien chocolate o dulce de violetas-, poco a poco hasta formar una masa homogénea, sin grumos.
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Llenamos la manga pastelera con boquilla lisa y hacemos círculos de 5 centímetros encima del papel especial para horno, en la bandeja en el que habremos colocado la tela de cocción antihaderente, o bien directamente incorporamos la preparación en el molde para macaron. Al finalizar daremos un golpe seco para eliminar burbujas. Un truco, si no disponemos, en ese momento del molde para elaborar macaron, es pintar unos círculos en el revés del papel liofilizado, para que nos sirvan de guía.
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Dejamos reposar unos 45 minutos para que los macarons se asienten y formen una cáscara seca. Y los cocemos al horno durante tan solo 10 minutos a 170 grados centígrados. Para saber si están en su punto justo, la capa superior debe quedar crujiente y la de abajo seca. Dejamos enfriar en la bandeja y los rellenamos con la mezcla deseada.
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Para hacer el relleno, aconsejo prepararlo en una sartén de cerámica o antihaderente. Para ello, untamos la superficie con un poco de mantequilla. Colocamos los ingredientes deseados, bien una zanahoria, o una fruta, o 100 gramos de queso, lo dejamos a fuego suave unos 15 minutos para su cocción. Cuando esté frío lo incorporamos en la batidora junto con un queso cremoso y mezclamos hasta que quede esponjoso tipo mouse. Añadimos taza y media de azúcar glass y un poco de canela, volvemos a batir y con mucha paciencia y una cucharita juntamos cada macaron tipo bocadillo o sándwich.
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Ahora ya sí a saborearlos sin remordimientos, cada macaron contiene 125 calorías, justo las que necesita nuestro cuerpo para hacer la digestión.
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